Declaración del portavoz del MAE de Azerbaiyán, Hikmat Gajiyev, relativa al 25 aniversario de la ocupación de los distritos de Fuzulí y de Jabrayil de la República de Azerbaiyán
El 23 de agosto de 1993, como parte de la agresión militar de la República de Armenia contra la República de Azerbaiyán, las fuerzas armadas de Armenia ocuparon los distritos azerbaiyanos de Fuzulí y de Jabrayil, que no forman parte de la antigua Región Autónoma de Nagorno Karabaj de Azerbaiyán.
Como resultado de la ocupación del distrito de Fuzulí, 657 personas civiles fueron asesinadas, 400 habitantes resultaron inválidos de guerra, 181 habitantes fueron cautivados y desaparecidos. En el distrito de Jabrayil, unos 400 personas civiles fueron asesinadas, 177 habitantes resultaron inválidos de guerra y 91 habitantes fueron capturados y desaparecidos. Los habitantes de dos distritos mencionados fueron sometidos a la limpieza étnica masiva; los bienes públicos y privados fueron saqueados. Actualmente de los 130,9 mil habitantes del distrito de Fuzulí, cerca de 70 mil viven en los territorios liberados, el resto de los habitantes están alojados en distintas regiones de Azerbaiyán como desplazados forzosos. La mayoría de habitantes del distrito de Jabrayil, que llegaba a 79,9 mil, hasta el día de hoy se ve obligada a sobrevivir como desplazados en distintas regiones de Azerbaiyán.
Al igual que en otros territorios ocupados, en los distritos de Fuzulí y de Jabrayil Armenia perpetra destrucción, falsificación y actos de vandalismo; distorsiona las particularidades distintivas de la imagen del legado histórico-cultural material del pueblo azerbaiyano. Un ejemplo de ello son los monumentos arquitectónicos Garakopektepe del III milenio a.C. en la región de Fuzulí, el mausoleo de Mirali (siglos XIII-XIV) en el pueblo de Ashagui Veysali, la mezquita y el caravasar del siglo XVII en el pueblo de Gargabazar y otros. En el distrito de Jabrail fueron sometidos a destrucción y saqueo los Puentes de Khodaafarin que cruzan el río Araz, monumentos de importancia mundial (siglos XI-XIII); la tumba en el pueblo de Dag Tumas (siglos XIII-XIV); cementerios medievales y otros monumentos que se encuentran en afueras de la ciudad de Jabrayil.
La República de Armenia, flagrantemente violando las obligaciones que le imponen las Convenciones de Ginebra, sigue cometiendo acciones ilegales como el cambio de topónimos en los distritos de Fuzulí y de Jabrayil, el saqueo de bienes y los incendios en los territorios ocupados. Cabe destacar que en el distrito de Jabrayil se lleva a cabo la actividad económica ilegal en el ámbito agrario y se intenta alojar allí a las personas de origen armenio, incluidos los armenios de Siria.
La construcción de la iglesia por los armenios en el territorio del distrito de Jabrayil, donde, a excepción de algunos casos aislados, los armenios no habían vivido de forma compacta, claramente demuestra malas intenciones de Armenia a anexar los territorios ocupados de Azerbaiyán y dar interpretaciones de carácter religioso al conflicto.
La resolución 884 (1993) del Consejo de Seguridad de la ONU condena firmemente la ocupación de la ciudad de Horadiz de la República de Azerbaiyán y expresa gran preocupación por la catástrofe humanitaria a lo largo de la frontera meridional de Azerbaiyán, incluida la ciudad de Horadiz, y por la expulsión de su población civil de sus tierras autóctonas. La resolución exige la retirada unilateral de las fuerzas de ocupación de la ciudad de Horadiz y de otros territorios ocupados de Azerbaiyán conforme al "Calendario ajustado de medidas urgentes para aplicar las resoluciones 822 (1993) y 853 (1993) del Consejo de Seguridad." Aunque las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU exigen firmemente la retirada de las fuerzas de ocupación, Armenia no ha cumplido con estas exigencias.
Sólo como resultado de la contraofensiva, realizada por las Fuerzas Armadas de la República de Azerbaiyán desde el 5 de enero de 1994, fueron liberadas 22 localidades del distrito de Fuzulí y el pueblo de Jojug Marjanlí de la región de Jabrayil. Tras la liberación de la altura de Lalatepe, cerca del pueblo de Jojug Marjanlí, en abril de 2016, que garantizó la seguridad necesaria para la población civil que residía allí, el Gobierno de la República de Azerbaiyán realizó la remoción de minas, la rehabilitación de bienes con la infraestructura correspondiente y el posterior digno retorno de los desplazados forzosos. Los trabajos de rehabilitación, llevados a cabo por el Gobierno de la República de Azerbaiyán en los territorios liberados de la región de Fuzulí y en el pueblo de Jojug Marjanlí demuestran la determinación firme de Azerbaiyán para liberar y reconstruir los bienes en los territorios ocupados, garantizar un retorno seguro y digno de los desplazados forzosos.
La ocupación de los territorios de Azerbaiyán no llevará a las consecuencias políticas planteadas por Armenia. Solo la retirada de las fuerzas armadas de Armenia de los territorios ocupados de Azerbaiyán y el cambio en el statu quo, basado en la ocupación, pueden crear la posibilidad para la solución política del conflicto y la cooperación regional multifacética; contribuir a lograr garantías de una paz sostenible.
La parte azerbaiyana, apoyando la intensificación de esfuerzos internacionales para la pronta resolución del conflicto, reserva el derecho de restablecer la integridad territorial, la soberanía en el marco de las fronteras internacionalmente reconocidas y los derechos violados de sus ciudadanos.