2020-06-11

Declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Azerbaiyán

Las recientes declaraciones del Ministerio de Relaciones Exteriores de Armenia, llenos de odio, hechas con el propósito de acusar a Azerbaiyán, revelan una vez más la mala práctica de Armenia de interpretar de manera distorsionada y selectiva las decisiones de las organizaciones internacionales.

Con sus afirmaciones infundadas, Armenia intenta engañar a la comunidad internacional, desviando la atención de su política racista y de crímenes de odio, manifestada en la ocupación militar ilegal de la Región de Nagorno Karabaj de Azerbaiyán y siete distritos adyacentes con la grave violación de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales de los centenares de miles de azerbaiyanos.

Armenia no puede acusar a otros países, siendo responsable de: desencadenar la guerra contra Azerbaiyán, ocupar una quinta parte de su territorio en las fronteras reconocidas internacionalmente, perpetrar la limpieza étnica en los territorios ocupados, cometer graves crímenes durante el conflicto, defender la ideología racista; violando constantemente las normas y valores, ignorar abiertamente las Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU 822 (1993), 853 (1993), 874 (1993) y 884 (1993), las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, así como las decisiones y documentos de otras organizaciones internacionales.

Al expulsar a todas las personas no armenias, incluidos a los azerbaiyanos, Armenia se ha convertido en un país monoétnico. Armenia ha aplicado la misma política y práctica de crear territorios étnicamente homogéneos en nuestros territorios ocupados, donde todos los residentes no armenios han sido expulsados ​​y ha establecido un régimen de marionetas.

La comunidad internacional ha protestado reiteradamente contra la propaganda abierta de Armenia de ideas tan odiosas y ha expresado su seria preocupación por la intolerancia que prevalece en Armenia y las políticas y prácticas discriminatorias que se aplican en este país.

Armenia debe dejar su hipocresía y la aproximación selectiva hacia las normas de Derechos Humanos y las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y acatar la sentencia del TEDH de 16 de junio de 2015 sobre el caso de “Chiragov y otros contra Armenia". Es bien sabido que la Gran Sala del TEDH, basándose en las pruebas, comprobó el control de Armenia sobre la Región de Nagorno Karabaj y otros territorios ocupados de Azerbaiyán; declaró a Armenia responsable de violar los Derechos de los desplazados internos de Azerbaiyán y reafirmó el derecho de los desplazados al regreso a sus hogares en sus tierras natales que están bajo la ocupación.

La razón principal para la continuación del conflicto, origen de la tensión regional, son intentos de seguir la ocupación ilegal de los territorios azerbaiyanos y de fortalecer la postura de Armenia en esta situación.

En primer lugar, tras eliminar las consecuencias de la agresión armenia, es decir,  cumplir las Resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU que exhortan la retirada inmediata, completa e incondicional de las fuerzas armadas armenias de los territorios de Azerbaiyán; la restauración de la integridad territorial de Azerbaiyán en marco de las fronteras internacionalmente reconocidas; garantizar el respeto de los Derechos Humanos de centenares de miles de desplazados internos azerbaiyanos y el restablecimiento de sus libertades fundamentales, incluido el derecho a regresar sin demora a sus hogares y propiedades, se puede lograr la paz, la seguridad y la estabilidad.

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