2023-01-12

COMUNICADO EN RELACIÓN CON LA SITUACIÓN EN LA CARRETERA DE LACHÍN

Respecto a las recientes reclamaciones de Armenia relacionadas con la situación en la carretera de Lachín,  se comunica lo siguiente: 

La carretera de Lachín está situada íntegramente en el distrito de Lachín de  Azerbaiyán - un distrito  que   fue invadido y ocupado por las fuerzas armadas de Armenia, en mayo de 1992. La población de Lachín, más de 77.000 habitantes, se vio obligada a abandonar sus hogares y bienes; la ciudad y sus aldeas fueron saqueadas e incendiadas por las tropas armenias. Tras la guerra de los 44 días, en 2020, conforme al párrafo 6 de la Declaración Trilateral del 10 de noviembre de 2020, el distrito de Lachín fue recuperado por Azerbaiyán.   Asimismo, Azerbaiyán se comprometió a garantizar la seguridad de la circulación de  personas,  vehículos y  carga por la carretera de Lachín. 

El Gobierno de Azerbaiyán y los activistas que expresan su protesta no han bloqueado la carretera de Lachín. La circulación de ciudadanos, mercancías y vehículos se mantiene inalterada; las fuerzas de paz siguen cumpliendo con sus funciones de protección de la ruta. Los videos compartidos en las redes sociales prueban el paso sin impedimento de los distintos tipos de vehículos, incluidas ambulancias y convoyes humanitarios. Tampoco existe impedimento en cuanto al suministro de mercancías para   residentes locales y la prestación de servicios médicos primarios.  

En violación del párrafo 4 de la Declaración Trilateral del 10 de noviembre de 2020, durante más de dos años Armenia sigue sin retirar completamente sus fuerzas armadas y formaciones armadas ilegales y continúa con su actividad militar ilegal en el territorio de Azerbaiyán, zona del despliegue temporal del contingente ruso de mantenimiento de la paz. 

Armenia, especulando con la importancia humanitaria de la carretera de Lachín, la utiliza intensivamente con fines militares, incluida la rotación del personal de las fuerzas armadas y el traslado de armas a este territorio, en violación del Derecho Internacional y el párrafo 6 de la Declaración Trilateral. Asimismo, en violación del párrafo 1 de la Declaración Trilateral, que comprometía a las partes a terminar todas las hostilidades, Armenia no solo se niega a entregar el paquete completo de mapas donde están indicadas cientos de miles de minas colocadas en el territorio de Azerbaiyán durante su ocupación, sino sigue minando el territorio de Azerbaiyán en el período postconflicto.  

Así, desde agosto de este año, han sido detectadas en el territorio soberano de Azerbaiyán más de 2700 minas producidas en Armenia, en 2021. Evidentemente, estas minas fueron trasladadas desde Armenia  por la carretera de Lachín.  En diciembre de 2022, siete personas resultaron heridas y una persona murió por la explosión de una mina en el distrito de Kalbajár de Azerbaiyán. La zona donde tuvo lugar el incidente estaba lejos de la antigua línea de contacto; las minas fueron colocadas a durante la retirada de las fuerzas armadas de Armenia del distrito de Kalbajar, de conformidad con lo dispuesto en el párrafo 6 de la Declaración Trilateral. En total, tras la firma de la Declaración Trilateral, 276 ciudadanos de Azerbaiyán fueron víctimas de las explosión de las minas, de las cuales 46 resultaron muertas, incluidos 35 civiles. 

El objetivo  es claro: Armenia trata de usar todos los medios posibles para impedir  la realización de los proyectos de reconstrucción de Azerbaiyán y el regreso de cientos de miles de desplazados internos a sus hogares. Además, la carretera de Lachín  ha sido utilizada indebidamente para el tráfico ilícito de minerales y otros recursos desde los territorios de Azerbaiyán, zona del despliegue  del contingente ruso de mantenimiento de la paz. De hecho, de los 151 yacimientos minerales identificados en estos territorios antes de la ocupación, 52 sitios fueron explotados por primera vez en el período comprendido entre 1993 y 2020. Además, varias operaciones mineras previas al conflicto, fueron ampliadas e intensificadas. 

La explotación de los recursos naturales de un Estado soberano es un acto ilegal. Además, la explotación de yacimientos y canteras fue realizada con una vigilancia y supervisión ambiental inadecuadas, incluida la falta de tratamiento de efluentes y rehabilitación del sitio, en flagrante incumplimiento de las normas técnicas medioambientales. Todo lo mencionado ha generado daños ambientales, tales como a) deforestación y degradación de la tierra; b) contaminación por sedimentos en suspensión (turbiedad) en los ríos; c) contaminación química del agua, el suelo y la biota. 

Por lo tanto, el saqueo de nuestra riqueza natural soberana que causó el impacto negativo ambiental es fuente legítima de una gran preocupación de todo el pueblo azerbaiyano. 

Desde noviembre de 2020, la explotación ilegal de yacimientos minerales en la zona de despliegue temporal de las fuerzas de mantenimiento de la paz, especialmente en los yacimientos de oro Gyzylbulag y cobre Demirli – molibdeno no se ha sido parada, al contrario, se ha expandido aún más. Aparte de ser ilegal, esta actividad causa graves daños al medio ambiente, contaminando la zona y destruyendo el frágil ecosistema. 

Desafortunadamente, a pesar de que la hoja de ruta fue acordada con el mando del contingente de mantenimiento de la paz, un grupo de personas no identificadas impidió que los funcionarios del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales de Azerbaiyán, el Servicio Estatal de Asuntos Inmobiliarios bajo la dirección del Ministerio de Economía de Azerbaiyán y la Sociedad Anónima Cerrada "AzerGold" realizaran inspecciones in situ de los depósitos minerales de interés y evaluaran los posibles daños y riesgos ambientales, incluido el impacto  negativo en los recursos hídricos subterráneos y superficiales. 

Este incidente provocó una justa indignación del pueblo y dio lugar a protestas pacíficas de los ecoactivistas en la carretera Lachín-Shushá,  unas protestas que continúan hasta la fecha, ya que a los representantes de los órganos estatales competentes de Azerbaiyán todavía se les niega el acceso a los sitios en cuestión. 

Según la Declaración Trilateral,  la carretera de Lachín debe ser utilizada exclusivamente con fines humanitarios. El uso indebido de la carretera para cualquier otro propósito, en particular, para actividad militar ilegal, como la colocación de minas o el tráfico ilegal de recursos naturales de Azerbaiyán, constituye una violación de la Declaración Trilateral y no  va a ser tolerada. 

Conforme a la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, Azerbaiyán seguirá defendiendo su soberanía e integridad territorial, los derechos y la seguridad de sus ciudadanos con todos los medios disponibles.

En particular, Azerbaiyán garantizará a sus ciudadanos de origen armenio los derechos y libertades que disfrutan todos los ciudadanos de Azerbaiyán en igualdad de condiciones y sin discriminación, de conformidad con su Constitución, legislación y obligaciones internacionales. Es un asunto interno, por lo que  Azerbaiyán no permitirá la interferencia externa. 

Azerbaiyán ha tomado medidas consistentes para fomentar el diálogo con los residentes armenios locales. Un ejemplo de ello han sido  diálogos mantenidos durante la construcción de una nueva carretera de Lachín y la explotación del depósito de agua de Sarsang. Esos contactos deben ser apoyados y fomentados. 

Sin embargo, aparentemente Armenia y algunos terceros países se sienten cada vez más incómodos con los avances positivos sobre el terreno y recurren a todo tipo de provocaciones para escalar la tensión y socavar el frágil proceso de normalización. 

Un claro ejemplo de ello es el reciente “afincamiento” del empresario Ruben Vardanyan en la región de Karabaj de Azerbaiyán que, sin tener ninguna conexión con la región, está directamente involucrado en la explotación ilegal de los recursos naturales de Azerbaiyán; la intensificación de los actos dirigidos a la desestabilización, perpetrados por parte de algunos actores externos. 

Azerbaiyán está comprometido con la paz, la estabilidad y el desarrollo regionales. El establecimiento de relaciones de buena vecindad entre Armenia y Azerbaiyán es clave para construir un Cáucaso Meridional seguro, estable y próspero  por medio de la normalización regional. 

Es la parte azerbaiyana que, desde el inicio del periodo postconflicto, comenzó el proceso de normalización de las relaciones interestatales con Armenia sobre la base del reconocimiento mutuo, el respeto de la soberanía y la integridad territorial de cada uno dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas, incluso mediante la firma de un tratado de paz en base a estos principios. 

Azerbaiyán reitera su llamamiento a la comunidad internacional para persuadir a Armenia a responder a la propuesta de Azerbaiyán, cumplir con sus obligaciones internacionales, dejar su actividad ilegal, cesar las reivindicaciones territoriales y las provocaciones político-militares, abandonar su retórica y actos  de agresión, reparar el daño causado a Azerbaiyán y participar de buena fe en negociaciones directas para encontrar soluciones diplomáticas pacíficas a todas las cuestiones relacionadas con las relaciones interestatales entre Azerbaiyán y Armenia. 

        

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